ARTíCULOS

URUSHALIM


La antigua ciudad de Jerusalén -y su Rey- tienen algo para enseñarnos acerca del señorío de Jesucristo.


INTRODUCCIÓN

URUSHALIM es un nombre muy antiguo.

De un lugar que ha sufrido permanentes transformaciones.
No se sabe prácticamente nada de sus inicios; de por qué fue así y no diferente.

Pero tiene: (a) un principio feliz... (b) un fin glorioso.

Existió en todos los siglos de la humanidad, de principio a fin.
Se podría decir que existió todo el tiempo que existió el hombre.
Es una parte del hombre.

Y mi intención en este escrito es compararlo con una parte del hombre.
Quiero compararlo con el corazón del hombre.

¿Por qué? Por la similitud.

El corazón:
        (a) Está en el hombre desde su principio hasta su fin.
        (b) Sufre  -o debe sufrir- permanentes transformaciones.
        (c) Tampoco se sabe por qué es como es y no diferente; por qué actúa así y no              de otra manera.
        (d) Es el centro vital del hombre:
                - centro de su personalidad
                - fuente de sus sentimientos,
                - de sus deseos,
                - de sus esperanzas, motivos y percepción
                - es el asiento de su voluntad.
        (e) ¿Es motor o es timón? Es una mezcla de motor con timón.


¿QUÉ ES “URUSHALIM”?

Es una ciudad,ubicada en Tierra Santa.
Existe desde el principio de los siglos.

Su nombre significa: “Ciudad de Paz” o también “Fundada en Paz”.

Cabeza de esa ciudad, quien gobernaba sobre ella, era: Melchisedec.
La Escritura relaciona a este Melchisedec con Jesús, por lo tanto, veamos:

He 6:17-20
Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento, para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
He 7:1-17
Este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y lo bendijo. A él asimismo dio Abraham los diezmos de todo. Melquisedec significa primeramente «Rey de justicia», y también «Rey de Salem», esto es, «Rey de paz». Nada se sabe de su padre ni de su madre ni de sus antepasados; ni tampoco del principio y fin de su vida. Y así, a semejanza del Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
Considerad, pues, cuán grande era este, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la Ley, es decir, de sus hermanos, aunque estos también sean descendientes de Abraham. Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos y bendijo al que tenía las promesas. Y, sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos, porque aún estaba en las entrañas de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico-bajo el cual recibió el pueblo la Ley-, ¿qué necesidad habría aún de que se levantara otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuera llamado según el orden de Aarón?, pues cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. Porque sabido es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
Y esto es aun más evidente si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, no constituido conforme a la ley meramente humana, sino según el poder de una vida indestructible, pues se da testimonio de él: «Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec».

Acerca de Melquisedec entendemos que:

(a) su nombre significa “Rey de Justicia” y “Rey de Paz”.

(b) fue sumo sacerdote, profeta y rey.
(c) fue sacerdote perpetuo, pues no tuvo principio ni tuvo fin.
(d) es figura de Jesús.


Agreguemos que Jesucristo fue declarado Sumo Sacerdote “según el orden de Melchisedec”, como lo atestigua el verso siguiente:

He 5:7-10
Y Cristo, en los días de su vida terrena, ofreció ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, y fue oído a causa de su temor reverente. Y, aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió lo que es la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que lo obedecen, y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.

URUSHALIM y SALEM, la ciudad de la cual Melquisedec era el rey, son la misma, cuyo nombre cambió a través de las diferentes épocas. El nombre SALEM significa “Paz”.

Según las Escrituras (Josué 10,1 y 10,5),  URUSHALIM (ó SALEM) estaba ubicada en medio de pueblos idólatras; especialmente amorreos.

Gn 14:17-20
Cuando volvía de derrotar a Quedorlaomer (Abraham) y a los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y lo bendijo, diciendo: «Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos».
Jos 10:1-5
Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén, oyó que Josué había tomado a Hai y la había asolado (como había hecho con Jericó y con su rey, así hizo con Hai y su rey), y que los habitantes de Gabaón habían hecho la paz con los israelitas y estaban entre ellos, tuvo gran temor, porque Gabaón era tan grande como una de las ciudades reales, mayor que Hai, y todos sus hombres eran valientes. Por lo cual Adonisedec, rey de Jerusalén, mandó a decir a Hoham, rey de Hebrón, a Piream, rey de Jarmut, a Jafía, rey de Laquis y a Debir, rey de Eglón: «Venid y ayudadme a combatir a Gabaón, pues ha hecho la paz con Josué y con los hijos de Israel». Y los cinco reyes amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron con todos sus ejércitos, acamparon cerca de Gabaón y pelearon contra ella.

El amorreo era el pueblo que predominaba sobre los otros diez pueblos mencionados en el Génesis (Gén.15,19-21) que moraban en ese área en esos tiempos.

Gn 15:17-21
Cuando se puso el sol y todo estaba oscuro, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. Aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: -A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates: la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, los heteos, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.

(a) Amorreo significa: “alpinista”, “montañés” o “de las alturas”.
(b) Eran gigantes; altos como cedros (Amós 2:9).

Am 2:9
Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina;...

(c) Eran fuertes como encinas.

Estos conceptos, si se juntan con las antiguas tradiciones que declaran que los padres de esos “gigantes” fueron los ángeles caídos, demonios, que procrearon con mujeres, aclaran cual era la raíz amorrea.

¿Cuál es la figura que se halla en esto?

1. Existe un lugar (= la ciudad / el corazón).
2. Está rodeado de pueblos de diferentes ideas, diferentes costumbres, diferentes maneras de pensar, diferentes anhelos y deseos (= amor / odio,  guerra / paz; los amorreos son todo nuestro entorno).
3. Hay uno que gobierna ese lugar (= el rey / mi yo).

Es un LUGAR, que está RODEADO de pueblos no siempre amigos y que tiene un GOBERNANTE.

URUSHALIM, luego SALEM, pasó con el tiempo a ser la ciudad de JERUSALÉN.


¿Por qué comparar URUSHALIM con EL CORAZÓN?

        
(a) Porque el corazón, es la parte más vecina a nuestro espíritu.
                Y Jerusalén... URUSHALIM estaba al lado del valle de Save, que                 significa: “huerto del Rey”).

(b) Porque el corazón, es el centro del resto de nuestro ser. - Los de limpio corazón verán a Dios (Mt.5,8). - ¿Quién subirá al monte..? ¿Quién estará en su lugar santo..? el puro de corazón (Sal. 24,4).
                Y Jerusalén... un comentarista (Halley) dice que Jerusalén parece                 haber sido escogida por Dios para ser el centro de su obra terrenal.

(c) Porque el corazón, es asiento de nuestra voluntad, es fuente de la voluntad. Es de donde brotan las motivaciones que accionan nuestra voluntad.
                Y Jerusalén... después de su 2da. Venida, Jesús reinará en ella. El centro                 de la voluntad estará en ella, como lo estuvo casi siempre en la historia                 de Israel.

(d) Porque el corazón, es el lugar donde el Cristo debe morar (Ef. 3,17).
                Y Jerusalén... es el lugar donde Cristo se sentará para reinar.

(e) Porque el corazón, hay corazones esclavos y corazones libres.  De él “mana la vida” (Prov.4,23). La vida no surge de los alrededores, sino del corazón. Muchas veces erramos pensando que la vida la obtenemos de lo que nos rodea, olvidando que ésta surge de una fuente interior.
                Y Jerusalén...hay Jerusalén esclava y Jerusalén libre.
(f) Porque el corazón, es un lugar muy disputado; tanto Dios como los enemigos de Dios lo desean.
                Y Jerusalén... es una ciudad muy disputada, la quieren los judíos y                 también la quieren los gentiles.


JERUSALÉN = NUESTRO CORAZÓN

A partir de ahora, consideremos todo lo que leamos o digamos reemplazando la palabra “Jerusalén” por ”nuestro corazón”.

Ez 16:3-14
y dile: “Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue un amorreo y tu madre una hetea. Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte ni frotada con sal, ni fuiste envuelta en pañales. No hubo ojo que se compadeciera de ti para hacerte algo de eso, sintiendo lástima por ti; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.
»Yo pasé junto a ti y te vi sucia en tus sangres. Y cuando estabas en tus sangres te dije: '¡Vive!'. Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: '¡Vive!'. Te hice crecer como la hierba del campo; creciste, te hiciste grande y llegaste a ser muy hermosa. Tus pechos se habían formado y tu pelo había crecido, ¡pero estabas desnuda por completo!
»Pasé otra vez junto a ti y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores. Entonces extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez; te hice juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová, el Señor, y fuiste mía. Te lavé con agua, lavé tus sangres de encima de ti y te ungí con aceite. Luego te puse un vestido bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. Te atavié con adornos, puse brazaletes en tus brazos y un collar en tu cuello. Puse joyas en tu nariz, zarcillos en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza. Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido bordado era de lino fino y seda. Comiste flor de harina de trigo, miel y aceite. Fuiste embellecida en extremo y prosperaste hasta llegar a reinar. Tu fama se difundió entre las naciones a causa de tu belleza, que era perfecta por el esplendor que yo puse sobre ti, dice Jehová, el Señor.
Ap 21:9-27
Entonces vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras y habló conmigo, diciendo: «Ven acá, te mostraré la desposada, la esposa del Cordero».
Me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto y me mostró la gran ciudad, la santa Jerusalén, que descendía del cielo de parte de Dios. Tenía la gloria de Dios y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Tenía un muro grande y alto, con doce puertas, y en las puertas doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Tres puertas al oriente, tres puertas al norte, tres puertas al sur, tres puertas al occidente. El muro de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. La ciudad se halla establecida como un cuadrado: su longitud es igual a su anchura. Con la caña midió la ciudad: doce mil estadios. La longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. Y midió su muro: ciento cuarenta y cuatro codos, según medida de hombre, la cual era la del ángel. El material de su muro era de jaspe, pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio. Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda, el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisopraso, el undécimo de jacinto y el duodécimo de amatista. Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.
En ella no vi templo, porque el Señor Dios Todopoderoso es su templo, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. Las naciones que hayan sido salvas andarán a la luz de ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor a ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Llevarán a ella la gloria y el honor de las naciones. No entrará en ella ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero..

PARALELISMOS

Miremos a lo que sucedió después con URUSHALIM... para ver si logramos aprender algo espiritual de los ejemplos paralelos naturales.

Primero:   Desde Abraham hasta Josué ------------------- Época de Silencio

Luego:     Lo que sigue es... JEBUS

(a) Cuando Josué inicia la conquista Melchisedec ya ha sido reemplazado.
        
(b) Melchisedec = Patriarca de justicia, ha sido reemplazado por Adonisedec, amorreo     (Jos. 10,1-27).

Jos 10:1-27
Cuando Adonisedec, rey de Jerusalén, oyó que Josué había tomado a Hai y la había asolado (como había hecho con Jericó y con su rey, así hizo con Hai y su rey), y que los habitantes de Gabaón habían hecho la paz con los israelitas y estaban entre ellos, tuvo gran temor, porque Gabaón era tan grande como una de las ciudades reales, mayor que Hai, y todos sus hombres eran valientes. Por lo cual Adonisedec, rey de Jerusalén, mandó a decir a Hoham, rey de Hebrón, a Piream, rey de Jarmut, a Jafía, rey de Laquis y a Debir, rey de Eglón: «Venid y ayudadme a combatir a Gabaón, pues ha hecho la paz con Josué y con los hijos de Israel». Y los cinco reyes amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron con todos sus ejércitos, acamparon cerca de Gabaón y pelearon contra ella. Entonces los habitantes de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: «No niegues ayuda a tus siervos; sube rápidamente a defendernos y ayudarnos, porque todos los reyes amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros». Josué subió desde Gilgal junto con toda la gente de guerra y con todos los hombres valientes, y Jehová le dijo: «No les tengas temor, porque yo los he entregado en tus manos y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti». Josué cayó sobre ellos de repente, tras haber caminado toda la noche desde Gilgal. Y Jehová los llenó de pavor ante Israel y les causó una gran mortandad en Gabaón; los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. Mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron. Fueron más los que murieron por las piedras del granizo que los que los hijos de Israel mataron a espada.
Entonces Josué habló a Jehová, el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas:«Sol, detente en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ajalón». Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta que la gente se vengó de sus enemigos.¿No está escrito esto en el libro de Jaser? El sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. No hubo un día como aquel, ni antes ni después de él, en que Jehová haya obedecido a la voz de un hombre, porque Jehová peleaba por Israel.
Josué volvió junto con todo Israel al campamento en Gilgal. Aquellos cinco reyes huyeron y se escondieron en una cueva en Maceda. Cuando se le avisó que los cinco reyes habían sido hallados escondidos en una cueva en Maceda, Josué dijo: «Rodad grandes piedras hasta la entrada de la cueva y poned hombres junto a ella para que los custodien. Y vosotros no os detengáis, sino seguid a vuestros enemigos y heridles la retaguardia, sin dejarlos entrar en sus ciudades, porque Jehová, vuestro Dios, los ha entregado en vuestras manos». Aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de causarles una gran mortandad, hasta exterminarlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fortificadas. Todo el pueblo volvió sano y salvo al campamento de Josué en Maceda, y nadie se atrevió a mover su lengua contra ninguno de los hijos de Israel. Entonces dijo Josué: «Abrid la entrada de la cueva y sacad de ella a esos cinco reyes». Así lo hicieron; sacaron de la cueva a aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis y al rey de Eglón. Cuando los llevaron ante Josué, llamó Josué a todos los hombres de Israel y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: «Acercaos y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes». Ellos se acercaron y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos. «No temáis, ni os atemoricéis-les dijo Josué-; sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová con todos los enemigos contra los cuales peleáis». Después de esto, Josué los hirió, los mató y los hizo colgar en cinco maderos. Allí quedaron colgados hasta caer la noche. Cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los descolgaran de los maderos y los echaran en la cueva donde se habían escondido. Y pusieron grandes piedras a la entrada de la cueva, las cuales permanecen hasta hoy.

(c) Melchisedec = significa REY de Justicia    (Rey = Dueño)
              Adonisedec = significa SEÑOR de Justicia  (Señor es uno que señorea, que               actúa como dueño)
        
(d) Abraham era amigo de Melchisedec
              Josué es enemigo de Adonisedec
              Abraham y Josué son de la misma raíz, por lo que es posible pensar que               Adonisedec sería enemigo de ambos.

(e) Aquí hay dos Justicias: La de Dios (Melchisedec) y la humana (Adonisedec,               amorreo), o en otras palabras: la de Dios y la que no es como la de Dios,               posiblemente opuesta y enemiga a Él.

(f) Este pensamiento de que ambas justicias no son iguales sino opuestas se observa               en que hay enemistad entre Adonisedec y Josué. Y se confabula con otros               cuatro reyes, para oponerse. Son 5 reyes contra Josué.

(g) Jerusalén necesita ser conquistada. Porque pertenece a la Tierra Prometida por               Dios a Abraham.


LA TOMA DE JEBUS

Los hijos de Judá toman Jebus (Jueces 1, 8-9), y después descienden a tomar otras ciudades.

Jue 1:1-9
Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel hicieron esta consulta a Jehová: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? Jehová respondió: -Judá subirá; porque yo he entregado la tierra en sus manos.Judá dijo a su hermano Simeón: «Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado y peleemos contra el cananeo; y yo también iré contigo al tuyo». Y Simeón fue con él.
Judá subió, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo, e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres. Hallaron a Adoni-bezec en Bezec, pelearon contra él y derrotaron al cananeo y al ferezeo. Adoni-bezec huyó, pero ellos lo persiguieron, lo prendieron, y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. Entonces dijo Adoni-bezec: «Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían las migajas debajo de mi mesa. Como yo hice, así me ha pagado Dios».Luego lo llevaron a Jerusalén, donde murió.
Atacaron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad. Después, los hijos de Judá descendieron para pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas, en el Neguev y en los llanos. Judá marchó contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahimán y a Talmai.

Primero Jebus, luego las otras.
Parece que habían conquistado la ciudad de afuera del muro, pero no habían conseguido la ciudad fortificada.

No muchos años después (Jueces 19, 11-12) Israel pierde a JEBUS, que vuelve a estar en manos de extranjeros.

Jue 19:9-12
-Ya el día declina y va a anochecer; te ruego que paséis aquí la noche. Puesto que el día se acaba, duerme aquí, para que se alegre tu corazón. Mañana os levantaréis temprano y os pondréis en camino, y te irás a tu casa.Pero el hombre no quiso pasar allí la noche, sino que se levantó y se fue. Llegó frente a Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos ensillados y su concubina. Estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: -Ven ahora, vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche. Su señor le respondió:-No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel, sino que seguiremos hasta Gabaa.

Jebus se ha convertido en UNA CIUDAD FORTIFICADA. Conquistarla ya no es cosa fácil.

Jesús nuestro rey entrará a conquistar la ciudad (léase "nuestro corazón"), y se quedará allí a reinar desde allí (léase "el Espíritu de Jesucristo morará en nuestro corazón y desde allí señoreará").
Vivirá allí con los suyos, pero no con los extranjeros sus enemigos (léase "Jesucristo no vendrá a nuestro corazón si nuestro ser no acepta Su señorío").

Es importante matar al rey Adonisedec (léase "a aquella voluntad en nosotros que se opone al gobierno y justicia de Dios), como lo hizo Josué. Pero no menos importante es conquistar la ciudad entera, la ciudad interior, si es que nuestro Rey y sus súbditos han de morar en ella.

Recién años más tarde logra DAVID reconquistarla(1ª Cr. 11, 1- 9),y no con su tribu solamente, sino JUNTO CON TODO ISRAEL. (Y esta vez también habría sido para siempre... si hubiesen permanecido en obediencia a Dios.)

1ª Cr 11:1-9
Entonces todo Israel se congregó en torno a David en Hebrón, y le dijeron: «Nosotros somos tu hueso y tu carne. También antes de ahora, mientras Saúl reinaba, tú eras quien sacaba a la guerra a Israel, y lo volvías a traer. También Jehová tu Dios te ha dicho: “Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel, mi pueblo”». Y vinieron todos los ancianos de Israel ante el rey, en Hebrón; David hizo un pacto con ellos delante de Jehová, y ungieron a David como rey sobre Israel, por medio de Samuel, conforme a la palabra de Jehová. Entonces se fue David con todo Israel a Jerusalén, la cual es Jebús; y los jebuseos habitaban en aquella tierra. Y los habitantes de Jebús dijeron a David: «No entrarás acá». Pero David tomó la fortaleza de Sión, que es la Ciudad de David. David había dicho: «El que primero derrote a los jebuseos será cabeza y jefe». Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fue hecho jefe. Se instaló David en la fortaleza, y por esto la llamaron la Ciudad de David. Edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta el muro; y Joab reparó el resto de la ciudad. Y David iba adelantando y creciendo, y Jehová de los ejércitos estaba con él.

Cómo lo hizo David: Hay que trepar por el canal (2ª Sam. 5, 8). El canal de provisión del agua es figura de la fuente de la vida que alimenta al corazón.
 

2ª Sam 5:1-10
Vinieron todas las tribus de Israel adonde estaba David en Hebrón y le dijeron: «Mira, hueso tuyo y carne tuya somos. Aun antes de ahora, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú quien sacabas a Israel a la guerra, y lo volvías a traer. Además, Jehová te ha dicho: “Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás quien gobierne a Israel”».
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel ante el rey en Hebrón. El rey David hizo un pacto con ellos allí delante de Jehová; y ungieron a David como rey de Israel. Tenía David treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. Reinó en Hebrón sobre Judá durante siete años y seis meses, y reinó en Jerusalén treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.
El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra, los cuales le dijeron a David: «Tú no entrarás aquí, pues aun los ciegos y los cojos te echarán» (queriendo decir: David no puede entrar aquí). Pero David tomó la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David. David había dicho aquel día: «Todo el que ataque a los jebuseos, que suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos, a los cuales aborrece el alma de David». De aquí el dicho: «Ni ciego ni cojo entrará en la Casa». David se instaló en la fortaleza y le puso por nombre la Ciudad de David. Edificó una muralla en derredor, desde Milo hacia el interior. E iba David adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.

El canal: traducción probable de la palabra hebrea “sinnor”, cuyo significado exacto se desconoce. Según la interpretación más aceptada, se trata del pasaje subterráneo que comunicaba el interior de la ciudad amurallada con la fuente de Gihón, que era la principal fuente de agua de Jerusalén. Joab pudo haberse deslizado por ese conducto, o bien pudo haberlo dañado, dejando sin agua a la ciudad. Otra interpretación indica que “sinnor” era un gancho atado a un cuerda que permitió a Joab penetrar en la ciudad escalando la muralla.


JEBUS SE TRANSFORMA EN JERUSALÉN

Cuando David (figura de Cristo) conquista y se sienta en el trono de la ciudad fortificada, de la ciudad interior, cuando trae el Arca dentro de sus muros, recién entonces Jebus se transforma en Jerusalén.
Pero primero debemos elegir a Jesús por nuestro rey; luego de esto, Él mismo se dedicará a conquistar Jebus para sí mismo.

El corazón del hombre no puede ser tomado por el hombre.
Nosotros podemos actuar en las áreas periféricas de la ciudad, en todo lo que está afuera de los muros. Y creemos que hemos llegado a la meta cristiana porque todo lo de afuera ha sido conquistado. No fumamos, no bebemos, no maldecimos, nos portamos honestamente, somos fieles en todo lo que podemos, y caminamos en lo que pensamos es “santidad”. Los esfuerzos del hombre hacen muchas cosas que terminan brindando el aspecto externo de una ciudad de Dios, pero adentro reina Adonisedec.

Es por eso que tantas veces el hombre pierde los terrenos conquistados. Porque la ciudad fortificada, la de adentro, es enemiga, aunque la ciudad de afuera es cristiana.

El final glorioso de Jebus es ser transformada en Jerusalén, y que se cumpla en ella la palabra de Apocalipsis 21: Que Dios more en ella.

El final glorioso de nuestro corazón de origen no regenerado es ser transformado en el lugar de la morada de Dios.

Dice la Escritura que David se instaló en la fortaleza y le puso por nombre la Ciudad de David. Jesús se instalará en nuestro corazón y pondrá Su Nombre en él

Pero para que eso suceda, aprendamos de la historia:

Llamemos a David (Jesús) para que sea nuestro rey, y obedezcámosle. Él entonces, no sólo, sino que con todo nuestro ser junto con Él, entrará por las fuentes de las aguas y conquistará el reino cerrado.


URUSHALIM, SALEM, JEBUS y JERUSALÉN

Un lugar a través del tiempo, con nombres que nos permiten reconocer la trayectoria de su vida. Dios creó al hombre perfecto. Mas ese corazón del hombre, que en el principio tuvo a Melquisedec como Rey, se volvió enemigo de su Creador.

Hoy tenemos una esperanza: Cristo nos puede conquistar para que seamos morada de Dios nuevamente. ¿Aceptaré?